El Emprendimiento: El Motor Silencioso de la Economía Nacional 🚀
- Equipo REGUEM

- hace 3 días
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Por: Equipo REGUEM El emprendimiento no es solo una moda; en Guatemala, es el motor esencial de la economía nacional, una verdad que se demuestra contundentemente en las cifras que sostienen al país. Lejos de ser un actor secundario, el dinamismo generado por los nuevos negocios se constituye en el medio más eficaz para generar flujo de capital y trabajo digno, pilares fundamentales para combatir la pobreza extrema y reducir la brecha social.
Las estadísticas más recientes confirman que el apoyo real al emprendimiento es, de hecho, el programa social más digno que un gobierno puede promover.
💰 Más de US$ 45 Mil Millones en Circulación
El impacto del emprendimiento se mide directamente en el Producto Interno Bruto (PIB). Según datos del Ministerio de Economía (Mineco), el sector de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (Mipymes) —la vasta mayoría de las cuales nace como un emprendimiento— aporta cerca del 40% del PIB del país.
Esta cifra no es trivial. Con base en las estimaciones del PIB de 2024, ese 40% se traduce en un flujo de capital que asciende aproximadamente a US$ 45.28 mil millones de dólares estadounidenses. Es esta impresionante cantidad la que circula, la que se reinvierte y la que genera valor económico.
Este valor es aún más significativo si consideramos que la Tasa de Emprendimiento Temprano (TEA) se sitúa en un alto 29.4% (GEM 2023), una clara señal de la vitalidad y la ambición del guatemalteco. La inversión inicial es, a menudo, modesta (más del 55.9% de los emprendedores comienza con menos de Q. 10,000.00), lo que magnifica el retorno en términos de impacto económico y social.
En definitiva, las cifras financieras confirman que el ecosistema de emprendimiento y Mipymes es la verdadera espina dorsal de la prosperidad económica guatemalteca. Al ser responsable de inyectar cerca de US$ 45.28 mil millones de dólares a la economía —el equivalente al 40% del PIB nacional—, este sector no solo evidencia su capacidad para generar riqueza y valor, sino que también subraya la urgencia de priorizar políticas que faciliten su crecimiento y formalización. Siendo el emprendimiento el catalizador natural que asegura el flujo de capital y reduce la brecha social, el país tiene la obligación estratégica de reconocer e impulsar esta fuerza indetenible.




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